UNA MEMORIA AGRADECIDA Y ACTIVA
- parroquiadelportillo
- 12 jun
- 2 Min. de lectura

Está muy cerca el final de este curso pastoral. Es el momento de recordar, volver a mirar lo vivido, y disponernos a seguir caminado y a crecer como comunidad cristiana, como parroquia, como discípulos misioneros que, enraizados en Cristo Jesús, estamos llamados a dar razón de nuestra esperanza. Al mirar atrás no lo hacemos desde una nostalgia del pasado que paraliza y ensimisma, sino que nuestra mirada nos hace valorar y agradecer lo que juntos hemos vivido para crecer en nuestra fidelidad al Padre y en nuestro amor-servicio al prójimo. Este ejercicio de memoria nos lleva a vivir con pasión evangelizadora el presente, y nos llena de confianza en Dios y de esperanza para afrontar el futuro. Cristo es nuestra esperanza.
Cada grupo, cada persona que formamos la Parroquia del Portillo hemos vivido con intensidad este curso, en el que hemos visto como el Señor nos ha acompañado. Un tiempo en el que hemos sentido el gozo de la fe, la alegría de ser comunidad, un tiempo de seguir a Jesús, pero también un tiempo para el testimonio de estar cerca de los que sufrían.
En este curso hemos dado lo mejor de nosotros mismos, o por lo menos lo hemos intentado. Sentirnos “ASAMBLEA DE LLAMADOS PARA LA MISIÓN”, seguir construyendo juntos el ser una Iglesia de puertas abiertas, una “parroquia acogedora y en salida”. Tomando conciencia de nuestro Bautismo. Reconociendo y agradeciendo los diversos ministerios y servicios que se van desarrollando en el seno de la comunidad parroquial. Iniciando un grupo de Matrimonios. No olvidando nuestra identidad misionera para estar presentes, desde nuestra fe en Jesús el Señor, en medio de nuestro barrio y de los diversos ámbitos de la vida cotidiana. No olvidando a los pobres y los que sufren, entre nosotros o en cualquier lugar del mundo (“Duchas y lavadoras,” la “Residencia de ancianos”, Cáritas, Pastoral de la Salud, Mesa por la Hospitalidad, Domund, Manos Unidas…).

Nos ponemos a la escucha del Espíritu Santo para descubrir y discernir juntos qué tenemos que hacer como comunidad parroquial, y a qué retos nos pide el Señor que respondamos. El sábado 7 de junio, en el Consejo Pastoral Parroquial, tendremos la oportunidad de revisar lo realizado por cada grupo parroquial durante este curso. Desde el Documento Final del Sínodo elegiremos líneas de acción y propondremos acciones concretas para el curso que viene. Escucharnos, compartir la vivencia de lo logrado y el reconocer nuestras lagunas y retos pendientes nos ayudará a dar gracias al Señor, por cada persona, por nuestra parroquia, pero además nos ayudará a seguir creciendo en el seguimiento de Jesucristo, como comunidad que acoge y sirve a los pobres y los que sufren, que celebra la fe y que anuncia a Cristo, saliendo al encuentro de los alejados y los ausentes.
Querida Comunidad parroquial del Portillo, por todo lo vivido en este curso: ¡GRACIAS A DIOS!¡GRACIAS A CADA UNO DE VOSOTROS!¡POR TODO Y EN TODO, GRACIAS!
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