PASCUA: LA META QUE NOS PONE EN CAMINO
Estamos apurando la recta final de la Cuaresma. Este año nos han ido acompañando en las eucaristías dominicales tres encuentros de Jesús: la samaritana, la curación del ciego de nacimiento y la resurrección de Lázaro. Estas “catequesis bautismales” han servido y ayudado a los catecúmenos para ser bautizados, comenzar el seguimiento de Jesús el Señor y entrar a formar parte de la Iglesia. Para los ya bautizados, estos tres encuentros nos preparan para renovar nuestro bautismo. Cristo es la luz del mundo, el Agua viva, la Resurrección y la Vida. Todo un programa de vida para nosotros que formamos parte de la comunidad cristiana.
Esta Semana Santa vamos a celebrar y comunicar la mejor de las noticias. Jesús vence a la muerte. Él entregó su vida. Él nos da vida en abundancia, para siempre. Estos días acompañaremos a Cristo en su entrega, en su Pasión y Muerte, y en su Resurrección. Somos llamados a seguirle en fidelidad a Él, en comunión e intimidad con Dios Padre, suyo y nuestro, y en el servicio y acogida a los hermanos. Somos llamados a ser agua viva, luz de esperanza y vida abundante para los “crucificados” de nuestro tiempo.
Pascua: tiempo para dejarnos sorprender y transformar por la Buena Noticia de la Resurrección de Jesús, haciéndonos testigos suyos, como Iglesia, como parroquia, en nuestro caminar juntos. Crecer como discípulos del Resucitado para ponernos en camino, como pueblo de Dios “en salida”. La unión, la comunión entre nosotros nos debe llevar a la misión, a ser misioneros, en el aquí y ahora, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en el ámbito de nuestro trabajo, familia, ocio... Salir al encuentro, ponerse en lugar del otro para descubrir como compartir con ellos la noticia de la Pascua: Jesús vive. Muchos hombres y mujeres a nuestro alrededor necesitan ser “alegrados, transformados y enviados” por el encuentro con Jesús Resucitado. Ponte en camino y comparte la alegría de la Pascua. “Dios te ama, Cristo te salva y está vivo”.
Comments