MISA DE BIENVENIDA A LOS SACERDOTES DE LA PARROQUIA DEL PORTILLO
El pasado día 19 de septiembre en la Eucaristía de 19:30 h. dimos la bienvenida a los nuevos sacerdotes que nos van a acompañar, esperemos que por muchos años, en nuestro caminar dentro de la Iglesia. La celebración estuvo presidida por nuestro Arzobispo D. Carlos escribano
Empezó la Eucaristía con una Monición de entrada. A continuación, con todos los sacerdotes que estuvieron, tuvo lugar la Procesión de entrada.
Una vez que todos los sacerdotes estuvieron en su sitio, D. Sergio, arcipreste del Arciprestazgo Centro, leyó el nombramiento de D. Jesús Gracia como párroco del Portillo.
Y antes de continuar con la Eucaristía, Jesús Sánchez en nombre de toda la comunidad leyó unas palabras de bienvenida a los dos sacerdotes que vienen a la Parroquia.
Tras las lecturas y antes de la lectura del Evangelio, D. Carlos hizo entrega del Evangelio a D. Jesús Gracia, como símbolo de su misión de llevar el mismo a toda la Comunidad. A continuación, el párroco leyó el evangelio.
En la homilía D. Carlos, nos presenta y da un pequeño perfil de los nuevos sacerdotes. También explica y comenta el evangelio enlazando lo que se está haciendo con la vida del cristiano y de los sacerdotes. Destaco unas palabras de D Carlos: “Jesús enseña y entra en el kerigma, en lo nuclear. Se deben crear lazos de amor entre párroco y feligreses”.
Después de la Homilía, Gloria nos introdujo en los gestos que a continuación se iban a hacer, como toma de posesión de la Parroquia por parte del nuevo párroco.
Estos momentos fueron:
Renovación de las promesas sacerdotales por parte de D. Jesús Gracia
Entrega de la pila bautismal
Entrega del confesionario.
Entrega de la Sede.
Entrega llave sagrario, tras la comunión.
El resto de la Eucaristía transcurrió con los ritos habituales. Y tras la Acción de Gracias, nuestros nuevos sacerdotes nos dirigieron unas palabras:
PALABRAS DE JESÚS DOMÍNGUEZ
* Primeramente mi agradecimiento a D. Carlos, nuestro obispo, que ha sabido comprender mi actual situación física, que ha provocado que ya no sea el típico superman que me ha caracterizado…, y en esta época se ha hecho compañera de camino la fragilidad corporal, no la espiritual… Gracias D. Carlos por esta comprensión.
* Por otra parte pena por tener que dejar un parroquia que había empezado a conocer y a amar mucho, y a sentirme amado, pero como le ocurría a Jesús, siempre de camino, de aldea en aldea…
* Feliz por haber sido enviado a esta querida y conocida parroquia, con toda su historia, situada en un barrio tan amado por mí, en el que viven muchas personas conocidas, y con una religiosidad llena de posibilidades. Es una nueva gracia que Dios me ha regalado ¡soy un afortunado! A todo ello la suerte de tener unos compañeros sacerdotes como son D. Jesús y D. Enrique…
* La espiritualidad vivida estos días me ha insinuado que el objetivo de mi estancia en esta parroquia sea la de “ser un hombre comido”, inspirado en esa imagen que nos deja Jesús “este es mi cuerpo, tomad y comed…” Para dejarme comer tengo que tratar de ser pan bueno, que se parte y se reparte. Un pan fruto de una larga historia de donación: sembrar, confiar, regar, abonar, esperar, soñar, trillar, dejarse moler, dejarse amasar, cocer y dorar… Esto no impide el que también sea vino bueno que se derrame y alegre vuestra existencia, pues mi lema siempre ha sido “sonreír aunque llore el alma…”
* Compañeros de comunidad “voy a dejarme comer”, y esto significa que voy a esforzarme para contagiar fuerza para hacer de esta parroquia un retacito del Reino en medio de este barrio tan hermoso.
PALABRAS JESÚS GRACIA: “EL SEÑOR SOSTIENE MI VIDA”
Doy gracias al Señor por traerme hasta aquí. Pues para todo el que tiene fe la vida, cada momento nos sabe a Dios. Digo con el salmista: “Me ha tocado un lote hermoso me encanta mi heredad”
Doy gracias a nuestro arzobispo, Don Carlos por la confianza depositada en mí encomendándome esta comunidad parroquial. Gracias Don Carlos, cuente conmigo para lo sea necesario.
Parece que hay como un camino invisible que une Botorrita, Jaulín y Fuendetodos a esta Parroquia de Ntra. Sra. del Portillo. Ya otro sacerdote, mucho antes que yo, (Don Roque Felices) vino desde esas parroquias hasta aquí. Después, otra vinculación más. Daniel Ortega Gazo, su familia provenía de Fuendetodos. Pero es que además hay otro elemento para tener en cuenta: en Longares, mi pueblo, la advocación de la Virgen, ¿sabéis cómo se llama? La Virgen de la Puerta. No podía ser de otra manera: de la Puerta al Portillo.
En nombre del Señor vengo hasta esta parroquia de Nuestra Señora del Portillo. Nos incorporamos, Jesús Domínguez y yo, a una comunidad parroquial que ya está en camino, en marcha, con un recorrido histórico y fecundo, una comunidad cristiana formada por hombres y mujeres que conscientes de su vocación bautismal quieren seguir cada día más fielmente a Cristo, y colaborar con él en la construcción del Reino de Dios. Una comunidad que celebra su fe en Jesús, que evangeliza y que sirve. Una iglesia servicial y participativa, buena samaritana, de puertas abiertas, en salida, propiciando el encuentro con todos, abierta al barrio para ser levadura en la masa, y siempre dispuestas a servir y acoger y cuidar a toda persona que sufre.
Ante el Señor, pongo vuestras vidas, las de todos los seglares, religiosas y sacerdotes que formáis parte y habéis formado parte de esta comunidad parroquial.
Permitidme un recuerdo agradecido para los que antes que yo han sido vuestros sacerdotes: Daniel Ortega, Manolo Liarte, y ahora Jesús Jaime y José Ignacio Blanco.
Vengo confiado, pues el Señor camina con nosotros, confiado por las personas que estáis aquí, y formáis parte de esta comunidad parroquial, y también porque vengo junto a Jesús Domínguez un buen sacerdote, un gran compañero.
Queremos ser con vosotros cristianos, para vosotros sacerdotes. Caminar juntos todos los que formamos esta parroquia, caminar como Pueblo de Dios, un camino juntos. Un tiempo de discernimiento para preguntarnos que quiere el Señor de cada uno de nosotros en este momento, como evangelizar en este momento como llegar a los alejados y ausentes, como llevar misericordia y esperanza a todos los que han sufrido los efectos de esta pandemia.
Tiempo de escuchar y acompañar, hacer camino juntos, para crecer en la fe en Jesús, como comunidad, y en nuestro testimonio en medio de la sociedad. Tiempo de crecer juntos, como Pueblo de Dios, en comunión, participación y misión.
Muchas gracias a todos lo sacerdotes, religiosas y seglares que habéis venido hasta aquí a esta eucaristía de bienvenida. Gracias de corazón.
En mi acción de gracias están las personas que forman las parroquias a las que he servido hasta ahora, en estos casi tres años: Botorrita, Jaulín y Fuendetodos. Gracias por vuestra fe, vuestro cariño, participación y corresponsabilidad.
Muchas gracias a mi familia hoy presente. Mi familia que siempre permanece ahí, en medio de toda circunstancia, con su cariño, su apoyo y cercanía. Hoy me acompañan: mi hermana y mi hermano, mi cuñada y cuñado, mis sobrinas, y mi tía Elisa, hermana de mi padre. Mis padres no han podido venir hoy a acompañarme. El delicado estado de salud de mi madre lo ha impedido. Sé que están rezando en estos momentos por mí, desde Longares.
Muchas gracias a todos por estar aquí. Rezad por nosotros, por Jesús Domínguez y por mí, a nuestra Madre, la Virgen del Portillo, para que os sirvamos y acompañemos bien caminando juntos como comunidad cristiana en medio de este barrio.
Tras ambas interlocuciones, hubo fuertes aplausos de los feligreses, acogiendo de corazón a nuestros nuevos sacerdotes.
Finalizó la Eucaristía con la bendición.
Nuestro coro de misa de niños, nos acompañó cantando durante la celebración.
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