SERÉIS MIS TESTIGOS
El mes de octubre está marcado por muchos acontecimientos y celebraciones. Es el Mes del Rosario, la oración que es “síntesis del Evangelio”, y que nos ayuda a aprender a ser discípulos de Jesús, de la mano de la Virgen María, “Evangelio vivido”. Octubre es también el mes dedicado de forma especial a recordarnos la identidad misionera de toda la Iglesia, de cada bautizado. Ser cristiano es dar testimonio del Reino de Dios con palabras y obras.
El 23 de octubre celebraremos el DOMUND. El domingo mundial de las misiones. Es una Jornada universal que se celebra cada año en todo el mundo, el penúltimo domingo de octubre, para apoyar a los misioneros en su labor evangelizadora, desarrollada entre los más pobres. El DOMUND es una llamada a la responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización. Es el día en que la Iglesia lanza una especial invitación a amar y apoyar la causa misionera, ayudando a los misioneros. El Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Misiones nos brinda el lema de este DOMUND en España: “Seréis mis testigos”. Francisco toma estas palabras del último diálogo del Resucitado con sus discípulos antes de su ascensión (cf. Hch 1,8). Desde ese momento, la misión de dar testimonio queda abierta, sin límite en cuanto a su extensión en el espacio y en el tiempo. Por tanto, también nosotros entramos en ese encargo.
En nuestra parroquia es tiempo para la Misión. Estamos iniciando un nuevo curso. Un momento importante será el Consejo Pastoral Parroquial del día 8 de octubre. De la reflexión compartida, a partir de las aportaciones de los distintos grupos y de las líneas diocesanas del Plan VITA, iremos concretando y señalando los objetivos y las acciones que realizaremos como comunidad parroquial.
Concluiremos este mes dando gracias a Dios, como comunidad, como Parroquia del Portillo, por Manolo Liarte Guardia. Celebraremos sus Bodas de oro sacerdotales. 50 años de entrega gozosa y fiel, 50 años de servicio desinteresado a todos, y de forma especial a los pobres y excluidos. De esos 50 años, desde 1992 a 2013, ha sido “pan partido”, que se partió y repartió en nuestra parroquia, en nuestro barrio y en cada uno de nosotros, desde la sencillez y la disponibilidad, el entusiasmo sacerdotal y el trabajo incansable. ¡Felicidades, Manolo!¡Gracias por ser parte de este regalo de Dios que es tu vida!
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