SANTA ÁGUEDA. UN SUEÑO Y UN COMPROMISO
La fiesta de Santa Águeda, “patrona de las mujeres”, es un momento para hablar del lugar real de la mujer en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia; para soñar una nueva realidad y para comprometernos en ello.
Una mirada rápida, nos hace ver que la mujer, en pleno siglo XXI, sigue sufriendo las peores situaciones de las injusticias sociales, tiene peores condiciones de trabajo que el hombre, y sigue siendo víctima de la violencia machista. Todavía existen muchas discriminaciones para borrar definitivamente, para caminar hacia una sociedad con igualdad de oportunidades. Ante esa situación no nos es lícito mirar para otro lado y dejar que tantas mujeres sean pisoteadas en su dignidad. La violencia contra las mujeres es una lacra que nos avergüenza y un mal que hay que combatir.
Santa Águeda, que también sufrió la violencia y el abuso de poder del hombre sobre la mujer, nos invita a conocer, prevenir, gritar a los cuatro vientos, tomar medidas económicas, judiciales, sociales, sanitarias, apoyar a las víctimas y empujar otro modelo de relación y de sociedad, donde la dignidad de la mujer sea reconocida y respetada.
Hoy es un momento para actuar contra la violencia que sufre la mujer, atentando a su dignidad de persona; para no aceptar que en nuestra sociedad y en el mundo del trabajo siga existiendo una desigualdad ente hombre y mujer; para seguir comprometidos en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.
Tenemos un sueño: hacer una sociedad y una Iglesia que pongan a la mujer en igualdad verdadera y plena con el hombre; que la violencia de género ejercida contra las mujeres desaparezca, forme parte del pasado vergonzoso, y todas puedan tomar las riendas de su propia vida, sin sometimiento alguno. Y un compromiso: alzar la voz para que todos los lugares sean espacios de igualdad.